lunes, 14 de septiembre de 2015

LA SALA DEL JUZGADO Y LA COMPARECENCIA DEL PERITO


LA SALA DEL JUZGADO Y EL PERITO






Introducción.

Primeramente debe reseñarse la figura del Agente testigo, denunciante o bien perito, así como aquella persona que tenga relevancia profesional y sea necesaria su comparecencia para un esclarecimiento de los hechos enjuiciados.

En cualquier caso se debe actuar ante cualquier miembro de la sala con un sumo respeto pero sin miedo a la Autoridad Judicial, a la Fiscalía o incluso al abogado defensor, o mismamente que ese miedo sea por presentar una declaración delante de otras personas, sabiendo que van a ser escuchados y preguntados de lo narrado.

Actuación en sala de un perito.

A la entrada en la sala.
La imagen personal es importante, y no vamos a referirnos a la belleza como concepto abstracto, si no a la imagen externa que mostramos.
Posteriormente la entrada en sala, el saludo formal y a las órdenes pertinentes de lo que estime Su Señoría.

Nuestro turno de ratificación y aclaración del infome en sala.

Nuestro lenguaje representativo.

El lenguaje corporal es básico  muy relevante. es una de las partes más importantes en la comunicación. Una comunicación sin lenguaje corporal es una comunicación con una deficiencia muy grande.
Debemos omitir  las piernas cruzadas o los brazos en cruz. La posición no debe ser de defensa pero tampoco de total relajación, esto significa que  debemos estar con las piernas y espalda rectas,  nunca mirada al suelo sino mirar de frente , debe echarse los brazos hacía atrás, también es válido hacia adelante, que denota que no hay nada que ocultar y que se muestra la parte del cuerpo “indefensa” por delante.

Nuestra auto ayuda. 

Es importante realizar las respiraciones correctamente, esto con el tiempo ya es algo automático en nosotros mismos, si no fuere el caso siempre se puede realizar respiraciones relajadas y coordinadas de forma equilibradaya que esto nos ayudará a estar más tranquilos y el organismo más relajado. hay ser consciente  de que vamos a  presentar nuestra declaración y ratificación, somos responsables de nuestro dictamen y veracidad del informe, el cual somos parte importante de la decisión del juez a la hora de sentenciar.

El vocabulario.

Es importante conocer un vocabulario técnico suficiente para expresar en términos correctos y serios lo que queremos decir, lo que nos atribuye inconscientemente una condición de profesional cualificado, esto refuerza la afirmación en la sala.
La importancia de manejar palabras técnicas o ya típicas en una profesión, es vital ya que nosotros no podemos escribir un guión como pretenden muchos abogados, recordemos que en nuestra profesión debemos ser totalmente imparciales y objetivos, es posible que nos hagan preguntas que no teníamos preparadas y podamos desenvolvernos con total calidad técnica.

Una vez ratifiquemos nuestro informe.

Solamente contestaremos  a las preguntas que se nos hagan por los miembros del tribunal o por los letrados comparecidos, siempre referido al informe ratificado.
Nunca contestar a las preguntas  que no se hayan requerido por escrito en procedimiento así como evitar manifestaciones de hipótesis no probadas, siempre con respeto y complicidad al esclarecimiento de los hechos que  se nos han requerido y que por redacción y dictamen hemos emitido y ratificado.
Solo se hablará para realizar respuestas de las preguntas que nos formulen y siempre cuando se haya terminado la pregunta. 
 La respuesta  una pregunta debemos siempre mirar a quién nos la formula, sin desviar la mirada a otras personas de la sala, ya que eso puede parecer que estamos valorando las reaciones de los partícipes en la misma, o que estamos buscando su aprobación o rechazo. Se debe mirar a los ojos, pero no fijamente ni con miradas extrañas, no debe mirarse por tanto al suelo que es síntoma de inseguridad, debe de hacerse de forma tranquila realizando pausas entre frases y aprovechando esas pausas para respirar, de lo contrario estaremos hablando de forma continuada y quedaremos sin el aire suficiente para las entonaciones, algo que se aprecia facilmente y da a entender nerviosismo entre otras cosas, además nos obligaremos a nosotros mismos a coger aire en medio de una frase sin terminar.
Gestos como sonreír están fuera de lugar, a pesar de que el que nos pregunta lo haga sonriendo, como puede ser el abogado contrario, o incluso el Juez. Debemos siempre guardar las composturas rigurosamente.
Al no entender una pregunta, debe pedirse de forma educada la repetición de la misma. Cuando no entendemos una pregunta no debe usarse Disculpe, no le entiendo, si   no que debe usarse Disculpe, no le he comprendido, esto refiere a que somos nosotros los que no hemos entendido la pregunta y no a que el comunicador en ese momento nos la ha realizado mal, incompleta o no entendible, aunque así fuere.
El tiempo en blanco en las respuestas puede ser negativo,  dan la sensación de tener que pensar la respuesta por no saber que contestar, si esa respuesta no la conocemos así lo manifestaremos.  
No responder una pregunta no da lugar a nada negativo. Pero esto debe hacerse siempre contestándola de forma que quede clara que la desconocemos. Deben por tanto omitirse términos como “creo”, “quizás”, “tal vez”… fuera del contexto adecuado. Normalmente las preguntas son sí o no. No puede responderse con algo que no lo aclaran.
Recordemos que los testigos, peritos, denunciados, denunciantes, imputados o cualquier persona que se encuentre compadeciendo no puede realizar preguntas, excepcionalmente solo con orden o permiso del Juez, ni tampoco decirle al Juez que una pregunta la consideramos irrelevante.
El enfrentamiento con el Abogado. A veces sucede que el abogado defensor que sigue una estrategía intimidatoria, observa que no es capaz de intimidar al perito o que no contesta lo que este quiere, ya que lo que intenta es una sentencia favorable a su cliente, por lo tanto no es imparcial, forma parte de su trabajo y es respetable. Ahora bien, esto no debe ser motivo de una “guerra” por obcecación en busca de una respuesta, y puede pasar que algunos no asumen una posible pérdida de juicio por mantenerse firme el perito en algo que el intentaba evadir o alterar.

Nunca debemos hacer

No se debe realizar ningún comentario, ni palabra, ni murmureo alguno. Toser o estornudar debe hacerse por educación con la mano por delante, realizar cualquier sonido con la boca debe omitirse aun por ligero que parezca. Hay que controlar tics nerviosos o movimientos involuntarios de pierna pero sin obsesionarse, ya que podemos ponernos peor de lo que estábamos.
No se debe jamás contestar a un testigo o persona si se refiere hacia nosotros e incluso nos pregunta.
Es más, no debemos ni mirarlo y seguir atentos al Tribunal, nunca mirada al suelo sino mirar de frente, ya será este de encargarse de apercibirle, de lo contrario demostraríamos que  estamos con motivación de entrar en debate o discusión fácilmente, a pesar de ser educados recordemos que estamos regidos por las Autoridades de Sala.
Cuando terminamos nuestra comparecencia.
Una vez recogida nuestra acreditación, nos dirigiremos a S.S, despidiendonos educadamente asi mismo a los miembros comparecientes de la sala, nuestra salida de la sala debe ser con paso firme y mirada hacia la puerta, sin realizar gestos ignorando los comentarios o gestos que se puedan percibir de los presentes en sala, nunca esperaremos a la salida de los letrados o partes que sean del procedimiento aunque nuestra comparecencia haya sido requerida por cualquiera de las partes.